“Con instrucciones no correctas de
mantenimiento, en lugar de ayudar un
equipo, podemos dañarlo”: Edwin Guzmán
Edwin Guzmán
Presidente del Colegio de Ingeniería Mecánica de la Orden de Ingenieros de Portugal (OEP)
“La optimización del mantenimiento (PMO) se da por muchos paradigmas que hemos tenido frente al mantenimiento preventivo y que nos han inculcado toda la vida, entre ellos es: a mayor mantenimiento preventivo, menos fallas y no necesariamente es así, de hecho, la mayoría de las veces esto puede ser contraproducente. Nosotros, con instrucciones no correctas de mantenimiento, en lugar de ayudar el equipo, podemos dañarlo”: así lo expresó Edwin Guzmán, durante el XXVI Congreso Internacional de Mantenimiento y Gestión de Activos, organizado por ACIEM.
En opinión del experto, algunos indicadores al momento de usar PMO en las empresas son: requerir más del 60% del personal de mantenimiento en actividades preventivas; no tener suficiente personal para realizar un PMO o Mantenimiento Centrado en la Confiabilidad (RCM) formal; no contar con el tiempo para invertir en un programa de confiabilidad completo y la urgencia de hacer algo para liberar personal.
“Para hacer PMO es necesario completar seis pasos: recopilar tareas e historial de fallas; identificar modos de fallas; determinar su patrón de falla; seleccionar la nueva tarea; estimar frecuencia y por último consolidar entregables. Para todo esto es necesario contar con un programa actual de mantenimiento preventivo y también un historial de fallas. Al final, se ahorrarán horas-hombre, incluso equipos detenidos por mantenimiento preventivo, se aumentará la disponibilidad por mantenimiento preventivo y no habrá paradas del equipo la misma cantidad de tiempo”, destacó Edwin Guzmán.